Dermatoscopia digital: aplicaciones en la identificación de enfermedades de la piel

Cada año se diagnostican en España alrededor de 6.000 nuevos casos de melanoma y unos 78.000 de cáncer de piel, una enfermedad que según datos de SEOM y el Global Cancer Observatory, afecta al 2,5% de la población de nuestro país (1.092.818 personas, muchas de ellas jóvenes).

Aunque el melanoma tiene un índice de mortalidad relativamente bajo en comparación con otros tumores, sigue siendo el cáncer de piel con peor pronóstico (1.056 muertes en 2021) debido a su elevado potencial metastásico y a su habilidad para evadir el sistema inmunitario.

Las últimas investigaciones se centran en el análisis de algunas de las proteínas secretadas por el melanoma, como MIDKINE (MDK), para buscar posibles dianas terapéuticas.

Sin embargo, las mejores opciones para luchar contra esta enfermedad hasta la fecha son la prevención y el diagnóstico precoz gracias a técnicas como la dermatoscopia digital, que permite analizar estructuras de la piel que no son visibles al ojo humano.

La mejor oportunidad curativa ante el cáncer cutáneo

Las lesiones en la piel pueden tener diferentes causas, incluyendo cambios hormonales, alergias, presencia de hongos/bacterias o envejecimiento.

Pero en la mayoría de los casos, la aparición de manchas (nevus) se relaciona con una exposición prolongada al sol sin utilizar protección.

Esto provoca que algunas células situadas en la capa basal de la dermis, como los queratinocitos y los melanocitos, se desarrollen de manera incontrolada, dando lugar a carcinomas y melanomas, los principales tipos de cáncer de piel.

En la actualidad, un alto porcentaje de tumores cutáneos pueden curarse con intervenciones sencillas y rápidas como cirugía con anestesia local, crioterapia (aplicación de nitrógeno líquido en tumores benignos o superficiales), tratamientos tópicos, terapia fotodinámica o láser.

Aun así, la mejor forma para combatir el cáncer de piel es la prevención y el diagnóstico precoz: si se detecta en sus fases iniciales, las probabilidades de curación superan el 80%.

Algunas nuevas tecnologías como la microscopía confocal de reflectancia (RCM), la tomografía de coherencia óptica (OCT) o la Line-field Confocal – Optical Coherence Tomography (LC-OCT) permiten mejorar los resultados en el diagnóstico del melanoma.

También la dermatoscopia digital, una técnica no invasiva y con múltiples aplicaciones para detectar enfermedades de la piel.

¿En qué consiste la dermatoscopia digital?

La dermatoscopia digital es una técnica que permite fotografiar lesiones y manchas de la piel, archivarlas y compararlas a lo largo del tiempo utilizando un sistema informático.

Para ello se utiliza un dermatoscopio.

Este tipo de equipos examinan diferentes capas de la piel gracias a una lente de aumento de alta calidad que incorpora una luz polarizada.

El dermatoscopio se pone directamente sobre el área que se quiere analizar y toma fotos traslúcidas iluminando la mancha desde todos los ángulos con un filtro especial.

La toma de imágenes microscópicas y macroscópicas de alta resolución facilita la identificación de nuevas lesiones, incluso aquellas más pequeñas o profundas, y permite a los expertos valorar si los lunares examinados presentan indicios de malignidad o riesgo de cáncer.

La dermatoscopia digital suele usarse de manera conjunta o complementaria con mapas fotográficos corporales, de forma que los profesionales pueden tener una visión global de las lesiones pigmentadas y hacer un seguimiento personalizado de la evolución de cada paciente.

Esto es especialmente importante en caso de múltiples lesiones o cuando hay antecedentes familiares de cáncer de piel.

Cabe destacar que, aunque la dermatoscopia digital no indica que una lesión sea buena o mala, permite a dermatólogos y médicos de familia con formación en dermatología realizar un análisis preciso valorando características como su tamaño, pigmentación, color, estructura (simetría, uniformidad o forma del borde) y vascularización.

Ventajas de la dermatoscopia digital frente a otros métodos de detección del cáncer de piel

Tradicionalmente, se han empleado dos métodos para el diagnóstico del cáncer de piel:

  • Examen físico y seguimiento de manchas en exploraciones dermatológicas rutinarias (dermatoscopia clásica).
  • Biopsia y análisis de la muestra obtenida en el laboratorio.

Ambos son efectivos, pero el examen visual puede ser insuficiente para detectar algunos tipos de manchas, y la biopsia es invasiva y, a menudo, se aplica cuando el tumor está más avanzado.

La dermatoscopia digital ofrece una mayor precisión gracias a la calidad de las imágenes obtenidas y a la posibilidad de almacenarlas y compararlas con un software.

Además, la técnica es indolora y los resultados se obtienen rápidamente, pudiendo valorar en la misma consulta una cirugía de extirpación cuando se detectan alteraciones de la piel con mal pronóstico.

Para quién está indicado la dermatoscopia digital

Al tratarse de una técnica médica avanzada, la dermatoscopia digital debe ser realizada siempre por profesionales médicos con formación específica.

La prueba está indicada para todo tipo de personas, sin restricciones de edad o estado de salud, incluyendo pacientes geriátricos, muy propensos a presentar lesiones y tumores en la piel, y siendo especialmente recomendada en personas:

  • Con más de 50 nevus.
  • Con antecedentes personales o familiares de melanoma, cáncer de piel o tumores genéticamente relacionados con el melanoma.
  • Con síndrome de nevus displásico.
  • Con pecas que presentan alteraciones dinámicas con riesgo de transformación.

La dermatoscopia digital se utiliza tanto en controles rutinarios semestrales o anuales, como para analizar la evolución de lunares o lesiones sospechosas (cada 3-4 meses).

Tecnología avanzada en conjunto a una formación especializada

La dermatoscopia digital es un salto tecnológico crucial en la detección y tratamiento del cáncer de piel, ofreciendo diagnósticos precisos y métodos menos invasivos.

La formación médica avanzada en dermatología no sólo equipa a los profesionales de la salud con habilidades críticas, sino también con el conocimiento necesario para aplicar las últimas técnicas eficazmente.

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